‘Vine a decir la verdad de la COVID-19… van a matarme’: viróloga huyó de China a EE. UU.

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Huaral Pe

Estados Unidos. Escondida, bajo amenaza de muerte y con miedo a que el Gobierno de China atente contra su familia. Así vive Li-Meng Yan, una reconocida viróloga de Hong Kong que escapó del gigante asiático en abril pasado, tras ser silenciada por “saber información que pudo salvar miles de vidas” del coronavirus (COVID-19), una acusación que salpica también a la OMS.

En una reveladora entrevista con Fox News publicada este 10 de julio, la experta ha contado que planeó su fuga, empacó su bolso y se escabulló de los sensores y cámaras del aeropuerto. Si la atrapaban, podrían encarcelarla o desaparecerla. Ahora vive oculta en Estados Unidos, donde teme por su vida.

Li-Meng Yan fue hostigada por el Gobierno chino porque, según su relato, advirtió de la letalidad de la cepa “muchísimo antes” que cualquier ente oficial.

Fue una de las primeras científicas del mundo en estudiar el virus que causa la COVID-19, a fines de diciembre de 2019, tras ser convocada por el laboratorio de referencia de la OMS.

Según dijo, recibió la invitación del doctor Leo Poon, jefe de la División de Ciencias de Laboratorio de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong y uno de los principales investigadores de las enfermedades transmitidas de animales a humanos, “para investigar un grupo extraño de SARS recién salido de China continental”.

En esa región había crecido y completado gran parte de sus estudios.

Aunque el Gobierno chino “se negó a permitir que los expertos extranjeros, incluidos los de Hong Kong”, realizaran las investigaciones, Li-Meng Yan tenía una extensa red de contactos en varias instalaciones médicas.

Esa es la razón por la que se le permitió formar parte de los estudios “en un momento en que el equipo no estaban obteniendo toda la verdad” del régimen.

En su testimonio a Fox mencionó que uno de sus compañeros, científico del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades en China, le contó el 31 de diciembre que el virus se transmitía de persona a persona, es decir, “mucho antes de que el Gobierno o la OMS admitieran que tal propagación era posible”.

Coronavirus: viróloga informó, pero la silenciaron

Li-Meng Yan recuerda que informó algunos de estos primeros hallazgos a su jefe, pero “él solo asintió” y le dijo que siguiera trabajando. El 9 de enero de 2020, la OMS emitió una declaración donde negaba este tipo de transmisión.

Los médicos e investigadores que habían discutido abiertamente sobre el virus de repente se callaron. Los de la ciudad de Wuhan (China), que más tarde se convertirían en el centro del brote, también guardaron silencio.

Yan volvió a alertar el 16 de enero; sin embargo, su supervisor esta vez fue más radical: le dijo que se quedara callada, que tuviera cuidado o “nos meteremos en problemas y seremos desaparecidos”.

La experta aseguró que esta información también la supo, en enero de 2020, Malik Peiris —“asesor” en el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional para la Neumonía del nuevo coronavirus (COVID-19), según la web de la OMS— “aunque no hizo nada al respecto”.

Huaral Pe