Víctima de represión policial sobrevive con cinco perdigones

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Huaral Pe

Edgar Quispe Palomino aún no se explica cómo llegó a uno de los pasillos del Hospital Antonio Lorena, ensangrentado, gravemente herido y con un dolor indescriptible, el pasado 11 de enero, cuando tuvo la mala suerte de pasar cerca de los enfrentamientos entre policías y personas que protestaban contra el Ejecutivo y el Congreso.

Por la gravedad de sus heridas, el joven de 25 años fue transferido a Lima, donde estuvo cuatro meses. Hace unos días volvió a su casa en la comunidad de Saywa, distrito de Lamay, provincia cusqueña de Calca, con los cinco perdigones que le impactaron en el cuerpo.

Aquel 11 de enero, Edgar salía de almorzar luego de realizar sus prácticas de manejo de maquinaria pesada, cuando se topó con los enfrentamientos en la avenida 28 de Julio del distrito de Wanchaq. “Yo no participaba en las protestas , caminaba al lado de la policía cuando me dispararon, perdí el conocimiento” contó a La República.

Le cayó una ráfaga de perdigones. Evacuado de urgencia al hospital Antonio Lorena, fue tres veces operado y en una de las intervenciones le retiraron una parte del intestino. Ante la gravedad fue referido al Hospital Nacional Dos de Mayo de Lima, donde permaneció cuatro meses y nuevamente pasó por el quirófano. El último viernes volvió a casa con secuelas de por vida.

 Caos. Las protestas sociales fueron fuertemente sofocadas. Foto: difusión

Caos. Las protestas sociales fueron fuertemente sofocadas. Foto: difusión

Tengo cinco perdigones en el cuerpo, la herida no ha cerrado, para mí es un trauma. Mi intestino se ha reducido, y muchos alimentos no podré consumir más”, continuó.

Edgar quiere recuperarse para seguir con sus estudios de operador de maquinarias para así ayudar económicamente a sus padres que se dedican a la agricultura, aunque sabe que su recuperación será difícil y no volverá a ser el mismo de antes. “Quiero que se investigue y se haga justicia por lo que me ha pasado y por los que están en la misma situación”, agregó.

Investigado

Wilbert Quispe, hermano mayor de la víctima, refirió que increíblemente Edgar es investigado por las manifestaciones y también por llevar el apellido Quispe Palomino.

“Nosotros no supimos nada de mi hermano hasta tres días después que lo hirieron. Él no participaba en las protestas como para sospechar que algo malo le sucedió. Nos inventan investigaciones por el apellido y otras cosas”, refirió.

La madre de ambos, doña Emiliana Palomino, entre lágrimas, pidió justicia para el segundo de sus hijos.

“No puedo dormir tranquila por lo que siente mi hijo, justicia es lo que quiero”, expresó en quechua.

La tarde del 11 de enero, producto de los enfrentamientos, falleció Remo Candia; según la necropsia por impacto de proyectil de arma de fuego. Asimismo, fue herido con perdigones Rosalino Flórez, quien falleció luego de una larga agonía en el Hospital Arzobispo Loayza de Lima.

Hace algunas semanas, el jefe de la VII Macro Región Policial de Cusco, general PNP Javier Vela, dijo que la investigación fiscal y policial determinará si los proyectiles salieron de los policías o de los manifestantes.

Agraviados se convertirían en investigados

El abogado Juan José Quispe, del Instituto de Defensa Legal (IDL), que representa a Edgar Quispe Palomino, señala que está como agraviado en la carpeta fiscal 21-2023 del equipo especial de fiscales, pero también como presunto autor del delito de disturbio. “Por disposición de la Fiscalía Superior vienen acumulando las investigaciones donde están los agraviados civiles con los agraviados policías. Lo que quiere la Fiscalía al final es que a estas personas que son agraviadas les terminen abriendo investigación como presuntos autores, lo cual es un hecho inédito en la justicia, porque dentro de una misma carpeta fiscal es imposible que una persona tenga la dualidad de agraviado e investigado”, señaló.

Huaral Pe