(CNN) –– El senador republicano Thom Tillis, de Carolina del Norte, y la senadora demócrata Kyrsten Sinema, de Arizona, acordaron un marco bipartidista inicial para reforzar la seguridad en la frontera sur y ofrecer una vía para la ciudadanía de los inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños, según informan fuentes a CNN.
El senador republicano Thom Tillis, de Carolina del Norte, y la senadora demócrata Kyrsten Sinema, de Arizona. Crédito: AP
Los demócratas le apostaban a una sesión del Congreso saliente, durante el período después de las elecciones intermedias y antes de que comience la nueva Legislatura, para tratar de aprobar una propuesta dirigida a los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) de la era Obama, antes de perder la mayoría en la Cámara.
Durante meses, Tillis y Sinema, quien suele colaborar con los republicanos, mantuvieron conversaciones sobre un acuerdo dedicado a los beneficiarios del programa DACA, así como a quienes son elegibles para él, y también la seguridad fronteriza.
Los detalles aún no se han terminado y no hay un texto legislativo preparado. Tampoco está claro si habrá suficiente apoyo en el Senado para aprobar la legislación, pues se requieren al menos 60 votos a favor.
Los asesores del Senado subrayaron que el marco es un borrador. La Casa Blanca y los líderes del Senado tampoco han participado en las discusiones, indicó uno de los asesores.
El marco para el proyecto de ley prevé un fondo de al menos US$ 25.000 a US$ 40.000 millones para seguridad fronteriza, incluyendo un aumento salarial para los agentes de la Patrulla Fronteriza y recursos adicionales destinados los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), de acuerdo con dos asesores del Senado. También refuerza los recursos para acelerar los procesos de los solicitantes de asilo en la frontera entre EE.UU. y México, dijeron los asesores.
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De manera destacada, el marco incluye la extensión de una polémica política fronteriza de la era Trump, conocida como Título 42, que permite la expulsión de migrantes en la frontera sur de EE.UU. La autoridad de salud pública, que se implementó al principio de la pandemia de coronavirus, terminará a finales de este mes tras un fallo judicial.
La autoridad seguirá en vigor durante al menos un año, dijeron los asesores, mientras se establecen los centros de procesamiento.
Los demócratas progresistas se han opuesto al Título 42 desde su creación y es probable que no apoyen una ley para prorrogarlo. Mientras, los republicanos de alto rango han dejado claro que quieren restricciones fronterizas estrictas ante cualquier reforma inmigratoria.
Los defensores de los inmigrantes expresaron este lunes un cauto optimismo sobre el borrador del marco.
«Las noticias que se han dado son los contornos de un compromiso. Es fundamental que este proceso siga adelante. Sabemos que aquellos que quieren ver a los dreamers forzados a dejar sus trabajos y sometidos a la deportación intentarán terminar con cualquier alivio. Las personas deben ser muy clara: si el Congreso no aprueba la legislación durante el período antes de la siguiente legislatura, las consecuencias serán devastadoras», dijo el presidente de FWD.us, Todd Schulte, en un comunicado.
Durante años, el Congreso ha intentado y fracasado en su intento de aprobar leyes que ofrezcan una vía a la ciudadanía o que aborden de otro modo el sistema de inmigración. Pero los legisladores demócratas tenían la esperanza de llegar a un acuerdo con los republicanos para proporcionar una vía a la ciudadanía para los beneficiarios de DACA durante la sesión saliente del Congreso.
El programa DACA, creado en 2012, estaba destinado a proporcionar un respiro temporal a los inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños, un grupo a menudo descrito como dreamers. Muchos de ellos son ahora adultos.
Recientemente, un tribunal federal de apelaciones confirmó en gran medida la sentencia de una corte inferior que declaró ilegal el programa y devolvió el caso, renovando la urgencia de abordar el tema.
El presidente de la Comisión Judicial del Senado, Dick Durbin, demócrata de Illinois y defensor desde hace mucho tiempo de los «dreamers», dijo que apoya el marco de Tillis y Sinema.
«Como autor de la Dream Act original hace más de 20 años, aplaudo todo esfuerzo de buena fe para dar a estas personas merecedoras un camino hacia la ciudadanía. He estado en contacto con mis colegas y revisaré cuidadosamente su propuesta», dijo Durbin en un comunicado. «Estoy decidido a hacer todo lo que esté en mi poder para ayudar a entregar un milagro de Navidad para los dreamers».
Ni la oficina del líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, ni la oficina del líder de la minoría, Mitchel McConnell, respondieron a la solicitud de comentarios de CNN sobre el proyecto de ley o si obtendrá una votación en el piso durante la sesión saliente del Congreso.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, respondió preguntas sobre el proyecto este lunes. «El presidente ha pedido repetidamente al Congreso que proteja permanentemente a los Dreamers, trabajadores agrícolas, trabajadores esenciales y otros, y que les proporcione un camino hacia la ciudadanía», dijo la funcionaria.
«Estamos comprometidos a trabajar con miembros del Congreso de ambos partidos en soluciones reales para modernizar nuestros sistemas anticuados de inmigración», agregó.