Cuenta los libros de historia que por los años 1925, don Antonio Graña Elizalde le propuso al estado venderle las más de 3 mil hectáreas de Irrigación La Esperanza.
La venta de concretó con una sociedad mixta entre el estado y el mismo Antonio Graña, en 1930 cuando se dispuso la liquidación de esta asociación se le adjudicó a Don Antonio Graña, como pago de todo derecho, la Central Hidroeléctrica de Huaral.
Con este acuerdo, el Estado quedó como Único propietario de las tierras y procedió a venderlas proceso comercial discutible que formará parte de otro post. En tanto, Antonio Graña se quedó con la central y la expansión agrícola de la Hacienda Huando.
Esta central hidroeléctrica está ubicada en el sector de Cuyo fue una de las más modernas llegando a brindar el servicio a Huaral y Chancay. En la actualidad solo queda su vetusta construcción que se resiste a caer. las maquinas fueron desmanteladas y vendida como chatarra por los agricultores de aquella época
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