En medio de la progresiva recuperación económica mundial, uno de los fenómenos que viene preocupando a las familias es el incremento de los precios de diversos productos a nivel mundial.
Solo en América Latina la inflación habría superado el 7.1% durante el 2021, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que no incluyeron las cifras de Argentina, Haití, Surinam ni Venezuela.
Al cierre del 2021 Brasil tuvo un aumento de precios de 10%, la inflación en México subió a 7.1%, en Chile se elevó a 7.2%, en Perú a 6.4%, en Colombia a 5.6%, mientras que en Argentina llegó a 50%.
Con los elevados niveles inflacionarios ahora el dinero que tienen las familias tiene un valor cada día menor, es decir, ahora tiene un menor poder adquisitivo.
«A la inflación se le ha llamado el impuesto más lacerante para las familias, especialmente en los segmentos más pobres, porque algunas gastan más de la mitad de su presupuesto en alimentos», comentó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC), a BBC Mundo.
Pero el aumento de la inflación no es el único factor que afecta las finanzas de las familias de la región, pues hay otras tres tendencias que están influyendo en el rumbo de las economías latinoamericanas.
1. Tasas de interés
Uno de los factores que está teniendo efectos en las finanzas personales es el aumento en las tasas de interés, una herramienta usada por los bancos centrales para controlar la inflación.
Al subir la tasa de interés se encarece el crédito, lo cual tiene efecto en los negocios que buscan un crédito, a los gobiernos que necesitan financiar el gasto público, y a los usuarios que requieren de un préstamo para comprar una casa, un auto o enfrentar un gasto imprevisto.
Recientemente la Reserva Federal de Estados Unidos, el banco central de la mayor economía del mundo, señaló que pronto subirá el nivel de sus tasas de interés, lo que generará una reacción en los mercados financieros a nivel mundial.
«La subida de tasas recién ha empezado. Luego viene Estados Unidos y después Europa. Eso va a obligar a nuestros países en América Latina a seguir esa tendencia», dijo Joseph Ramos, profesor de Economía de la Universidad de Chile, a BBC Mundo.
2. Depreciación de las monedas
Otro factor que afecta a la economía familiar es la depreciación de las monedas locales frente al dólar, considerada la divisa más «fuerte» en la economía internacional.
Las monedas de América Latina se enfrentan a un escenario de incertidumbre por la pandemia y también por sus propios problemas políticos y sociales.
«El tipo de cambio es una de las variables más sensibles que tenemos en la macroeconomía, porque se mueve por factores objetivos pero también por cosas subjetivas», señaló Eduardo Carbajal, economista y académico del Tecnológico de Monterrey.
Cuanto más aumenta la incertidumbre, más se deprecian las monedas de América Latina, lo que a su vez tiene efecto en los precios de los productos.
El economista José Luis de la Cruz señaló que la consecuencia más directa es el encarecimiento de los productos importados, algo que finalmente funciona como una retroalimentación a la espiral inflacionaria.
Cabe mencionar que en el último año se ha reportado una escasez de ciertos productos importados y problemas en las rutas marítimas para transportar productos, lo que redujo los bienes disponibles, aumentó la demanda y elevó los precios.
3. Menor crecimiento
Para este 2022 los organismos internacionales y los propios gobiernos proyectan un menor crecimiento económico para sus países frente al rebote que registraron en el año anterior.
En general el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que América Latina crecerá este año apenas un 2.4%, impactando a su vez por el menor crecimiento mundial y la desaceleración de las dos mayores economías del mundo: Estados Unidos y China.
«Lo que vamos a ver probablemente en América Latina son procesos de estanflación, es decir, alta inflación y bajo crecimiento», agregó José Luis de la Cruz.
A esta situación se le agrega que en la mayoría de países de Latinoamérica se han reportado altos niveles de informalidad laboral y pobreza, los cuales podrían aumentar aún más.