¿Por qué hay más de cuatro millones de datos personales fuera de control en Buenos Aires?

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Huaral Pe

(CNN Español) — El último día de la campaña electoral presidencial de 2019, los datos personales de la por entonces candidata a vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fueron extraídos por el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.

Lo mismo ocurrió dos días antes de las elecciones primarias de 2021 con los del presidente Alberto Fernández, y algo similar se repitió con los registros biométricos de la dirigente opositora Patricia Bullrich, aunque en distintas fechas.

¿Por qué hay más de cuatro millones de datos personales fuera de control en Buenos Aires?

 (Ricardo Ceppi/Getty Images)

Estas figuras de relevancia pública en el país forman parte del listado de millones de personas cuyos registros biométricos obtuvo el Ministerio de Seguridad de la capital argentina. Pese a distintas explicaciones oficiales, aún no está claro por qué ni para qué.

Esta investigación afecta a 4.550.000 personas, según reveló a CNN una fuente del gobierno nacional. El número equivale a aproximadamente el 150% de la población de la capital argentina.

Un expediente judicial al que accedió CNN muestra que el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires tendría que haber reunido registros biométricos de 40.000 prófugos para poder reconocer sus rostros a través de cámaras de seguridad, lo que les permitiría localizarlos y detenerlos. Sin embargo, adquirió datos personales de más de 4,5 millones de ciudadanos entre abril de 2019 y marzo de 2022, tal como confirmó a CNN la fuente del gobierno nacional.

“Madres de Plaza de Mayo, periodistas, la señora vicepresidenta, de todas esas personas ninguna está en el reconocimiento facial de prófugos”, sostuvo en una entrevista con CNN el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro.

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El Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos funcionó en 300 cámaras de seguridad de la capital argentina entre abril de 2019 y abril de 2020. El gobierno local explicó que dejó de usarlo un mes después del inicio de la pandemia de covid-19 porque las mascarillas tapaban la mitad de la cara y reducían la efectividad del sistema para reconocer rostros. Pese a esa suspensión, el Ministerio de Seguridad local siguió adquiriendo registros biométricos hasta marzo de 2022, según consta en el expediente.

Las fotos faciales son el insumo principal de estas cámaras. Necesitan tenerlos cargados en su base de datos para poder detectar coincidencias con las personas que observan en la calle. En caso positivo, emitían una alerta y la Policía rápidamente se dirigía al lugar localizado para detener al prófugo.

Con ese único propósito, un convenio firmado junto al banco de datos personales de todos los argentinos, el Registro Nacional de las Personas (Renaper), le permitió al Ministerio de Seguridad porteño obtener los registros biométricos necesarios para que las cámaras funcionaran. De hecho, una resolución firmada en 2019 por Diego Santilli, ministro de Seguridad en ese momento, especifica que dichos datos serán “tendientes a verificar la identidad de prófugos”.

Los puntos de difícil explicación surgen cuando se analizan las 9.900.282 migraciones de registros biométricos entre el Renaper y el ministerio.

Según el expediente al que CNN tuvo acceso, 225 de ellas fueron para solicitar datos personales de Fernández de Kirchner; 9 de su hija, Florencia Kirchner; 12 de su hijo, Máximo Kirchner; 76 del presidente, Alberto Fernández; 18 de Patricia Bullrich; 1 del juez de la Corte, Daniel Rosenkrantz; 2 del accionista del multimedio más grande de Argentina, el Grupo Clarín, Héctor Magnetto; 2 de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; y 5 de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, entre otros. La lista la completan ciudadanos de identidades protegidas.

De este modo, el ministerio obtuvo una cantidad de datos personales equivalente a 113 veces la cantidad de prófugos, según el expediente y las cifras oficiales a las que CNN accedió. Incluso, el documento judicial muestra que las migraciones de registros biométricos continuaron pese a la suspensión en pandemia del Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos.

“Todas esas personas que él dice que fueron chequeadas con el Renaper no están en el reconocimiento facial”, argumentó D’Alessandro.

Pese a la posición del Ministerio de Seguridad porteño, para un juez este exceso resultó “alarmante” y resolvió que el sistema de reconocimiento facial no vuelva a funcionar después de la pandemia. El gobierno de la Ciudad repudió esta decisión e inició acciones legales para reestablecerlo. El jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel, argumentó que “es una herramienta muy importante para la seguridad”.

En ese sentido, el sistema de reconocimiento facial contribuyó a detener 1.694 prófugos mientras estuvo activo. La contracara de este dato son los errores de este mecanismo. Confundió personas inocentes con delincuentes y esto desencadenó el inicio de la causa judicial en contra del gobierno de la Ciudad.

15% es el margen de error del Sistema de Reconocimiento Facial que aparece en el pliego de contratación firmado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, según el expediente, de todas las alarmas que las cámaras emitieron, solo un 53,8% coincidió con un prófugo.

“1 de cada 2 ciudadanos tenían riesgo de estar demorados en una comisaría y no es nada grato estar demorado en una comisaría cuando uno no es prófugo de la Justicia”, afirmó uno de los miembros del Observatorio del Derecho Informático Argentino, Rodrigo Iglesias, uno de los denunciantes.

“No es que el sistema falló. Las veces que el sistema falló en realidad es por buscar lo que la Justicia cargó mal”, señaló el ministro de Seguridad de la Ciudad.

La base de datos del Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos está compuesta por identidades y fotos.

¿Cómo obtiene el Ministerio de Seguridad de la Ciudad esos datos personales?

  1. El Ministerio de Justicia de la Nación agrupa las identidades de los prófugos en la base de datos Conarc (Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas).
  2. El Ministerio de Seguridad de la Ciudad revisa la base Conarc y solicita al Renaper los registros biométricos (fotos) de las personas que allí figuran.
  3. El Renaper transfiere la información.

Los datos de Renaper contienen los rostros que las cámaras necesitan para detectar coincidencias, localizar a personas buscadas y emitir alertas. Pese a esto, resulta importante aclarar que Renaper no revisa si los datos personales que brinda coinciden con los de la base Conarc.

“La falta de control es enorme”, criticó Iglesias.

La ley que reglamentó el uso del Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos estableció que debía crearse una comisión especializada en su control. Esta comisión nunca se creó.

D’Alessandro admitió que no se está cumpliendo la ley, pero insistió que los datos personales de 4.550.000 ciudadanos no fueron utilizados en el Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos.

El ministro presentó un escrito ante la Justicia en el que brindó motivos, ajenos a la búsqueda de prófugos, que explicarían la razón del acceso a millones de registros biométricos. Uno de ellos son los denominados “sinnúmeros” controles de cuarentena. Esto mismo mencionó en la entrevista con CNN: “Cuando pedías un permiso para circular en época de covid, se validaba identidad con Renaper”.

Dicha afirmación no termina de explicar por qué, tal como muestra el expediente, se registran solicitudes de datos personales en los años 2019, cuando no se necesitaba permiso para circular, y 2022, un año sin cuarentena.

En una conferencia de prensa el ministro dio otro motivo: “Todos los que estamos acá hicimos alguna una vez un trámite en la Ciudad. El sistema de Tribuna Segura, certificar un domicilio, fe de vida, una denuncia, todo eso valida identidad”.

Lo mismo expuso en su escrito judicial al esgrimir que las fuerzas de seguridad necesitan constatar identidad para “tareas administrativas”.

Pero ¿a qué hora se realizan esos trámites?

El expediente muestra que a las 00:18 de la madrugada del 24 de octubre de 2019, el último día de campaña de las elecciones presidenciales, se pidieron los datos personales de Fernández de Kirchner. A las 11:28 de la noche del 10 de septiembre de 2021, dos días antes de las elecciones primarias, se registró una solicitud de registros biométricos de Alberto Fernández; y de Bullrich, a las 2:16 de la madrugada del 22 de octubre de 2020.

CNN obtuvo parte de esta información días después de la entrevista con D’Alessandro y contactó al ministerio de nuevo. En esta oportunidad, sus voceros respondieron que darán las explicaciones necesarias ante la Justicia.

“Presentamos la recusación del juez Gallardo para apartarlo de la causa por su flagrante parcialidad y haber dictado un fallo funcional a la política y al kirchnerismo”, aseguró el jefe de gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel.

El juez Andrés Gallardo intervenía en la causa hasta el pedido de recusación en su contra. Incluso, el ministro de Seguridad porteño lo denunció penalmente por supuestas irregularidades en procedimientos judiciales, algo que el magistrado rechaza.

“No es que solamente suspende una herramienta que es para cuidar a los vecinos de la ciudad, sino que también lo que está transmitiendo es que desde la Ciudad se utiliza esto para hacer inteligencia”, concluyó el ministro.

Las autoridades buscaban a 40.000 prófugos, pero obtuvieron datos personales de 4.550.000 ciudadanos. ¿Quiénes completan esa gran lista? Cualquiera podría estar en ella. No se sabe con exactitud, así como tampoco las razones.

Huaral Pe