Marieke Vervoort tenía una enfermedad muscular degenerativa e incurable.

Y por ello la atleta paralímpica belga había autorizado, desde 2008, que médicos la sometieran a la eutanasia cuando ella lo decidiera.
La decisión para poner fin a su vida la tomó este martes, anunciaron las autoridades de su ciudad natal de Diest.
Según la declaración Vervoort «respondió a esa opción el martes en la noche» y murió a los 40 años tras abandonar el tratamiento que recibía en un hospital y someterse a una eutanasia.
Vervoort, que ganó medallas de oro y plata en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y otras dos medallas en Río 2016, padeció la enfermedad durante más de dos décadas, desde que la diagnosticaron cuando tenía 14 años.
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