Fracasa reforma constitucional exprés contra el balance de poderes

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Huaral Pe

En la puerta del horno se les quemó el intento de reforma constitucional exprés para debilitar aún más el principio de balance de poderes.

El bloque de la oposición conformado por las bancadas de Fuerza Popular, Alianza para el Progreso (APP), Avanza País, Acción Popular, Renovación Popular y Podemos Perú no logró avanzar en febrero con la primera votación para aprobar la reforma de modificación del artículo 130 de la Constitución.

La presidenta del Congreso, María Alva (Acción Popular), anunció ayer que ya no habrá más sesiones del Pleno en febrero, con lo cual se cierra la presente legislatura, para efectos de aprobación de eventuales reformas. (En cambio, las comisiones sí seguirán sesionando).

Con esta decisión, quedó frustrada la reforma constitucional exprés que impulsaban Patricia Juárez (Fuerza Popular) y el bloque de aliados de la oposición para eliminar el voto de confianza obligatorio, como parte del trabajo que vienen realizando para debilitar el balance de poderes.

Una reforma aislada

Apenas el 11 de febrero, Juárez había avanzado en la Comisión de Constitución, que preside, con la aprobación del dictamen.

Contó para tal fin con 11 votos de los fujimoristas Alejandro Aguinaga, Martha Moyano, Auristela Obando y la misma Juárez. Asimismo, Luis Aragón y Wilson Soto, de Acción Popular; Yessica Amuruz y Alejandro Cavero, de Avanza País; además de Gladys Echaíz (APP), Alejandro Muñante (Renovación Popular) y José Elías (Podemos Perú).

Todo parecía avanzar viento en popa. Sin embargo, este bloque de seis bancadas apenas suma 78 votos. Es decir, no alcanzan el mínimo de 87 votos que se requiere para una reforma constitucional. Por este motivo, la reforma quedó estancada.

Patricia Juárez presentó el proyecto de reforma número 612 el 3 de noviembre del 2021. Como presidenta de la Comisión de Constitución, ella misma se encargó de darle celeridad a su iniciativa, hasta llegar al dictamen del 11 de febrero.

Su propuesta específica es modificar el artículo 130 de la Carta Magna para eliminar el voto de confianza obligatorio cuando asume un nuevo gabinete de ministros.

Para efectos prácticos, con esta reforma, un nuevo gabinete solo iría al Congreso a presentar el programa del gobierno y al final ya no sería obligatorio el voto de confianza, tal como ocurre hasta ahora.

Pero en términos políticos, esta reforma le quita al Poder Ejecutivo una herramienta clave de contrapeso. Actualmente, si el Congreso niega la confianza, ya se genera una primera crisis del gabinete.

¿Qué significa esto?, esta primera crisis ya contabiliza para el posible cierre del Congreso, en caso de una segunda denegatoria de la confianza.

Juárez se encargó de acelerar el dictamen, en un contexto en el que Héctor Valer deslizó que el presidente Pedro Castillo estaba dispuesto a gastar las dos balas de plata de las denegatorias de confianza obligatoria, para dar el paso siguiente del cierre del Congreso.

Una propuesta integral

La fujimorista priorizó su proyecto, a pesar de que un mes antes, el 19 de octubre del 2021, el Ejecutivo había enviado al Parlamento el proyecto de reforma más integral número 474, sobre el balance de poderes.

Es decir, el Ejecutivo también está de acuerdo con eliminar la cuestión de confianza obligatoria del artículo 130, pero en el marco de una serie de reformas de cinco artículos (ver detalle en el primer cuadro).

Uno de los aspectos relevantes de la propuesta de Castillo es la modificación del artículo 113, para anular la vacancia presidencial por incapacidad moral y reemplazarlo por la figura de la incapacidad física o mental acreditada por una junta médica. Esto, a fin de evitar el uso desmedido de esta herramienta para vacar a presidentes.

La legisladora Patricia Juárez solo dijo que el dictamen de la propuesta del Ejecutivo iba a estar listo muy pronto, pero sí se esforzó en sacar antes el dictamen de su proyecto aislado.

La consecuencia directa, si avanza solo la reforma de Juárez, es que el Congreso estaría bloqueando al Ejecutivo, que ya no tendría la opción de usar la denegatoria de la confianza a un gabinete como un primer paso hacia el cierre del Congreso, y una forma de contrapeso.

En cambio, si el Ejecutivo y el Congreso llegan a un acuerdo político de ir por una reforma integral, habría un mejor balance: el Ejecutivo tendría menos opción de cerrar el Parlamento y este poder tendría menos posibilidad de vacar a presidentes sin causales objetivas. ❖

Comparación entre el dictamen de Patricia Juárez y la propuesta integral del presidente Pedro Castillo

Infografía – La República

Infografía – La República

Huaral Pe