La congresista Flor Pablo sostiene que la crisis que vive el país es responsabilidad del Ejecutivo y del Legislativo. La salida que plantea es la renuncia del presidente Castillo, una sucesión democrática organizada y nuevas elecciones generales con otras reglas. Para ello, la agenda de esta legislatura debe estar marcada por la reforma política.
Usted ha señalado que el presidente Castillo no ha logrado encontrar el rumbo en cuanto a políticas públicas y que el Congreso ha tenido una vocación desestabilizadora y vacadora. Por tanto, deben irse todos.
Creo que hay diferentes niveles de responsabilidad, pero en conclusión todos somos responsables. Si la responsabilidad del Ejecutivo es conducir las políticas de gobierno, resolver los problemas de la gente, ahí creo que ha fracasado con las malas designaciones, con las alianzas, con la repartija de puestos públicos. Pero también es responsabilidad del Legislativo desde la ultraderecha con Fuerza Popular y con Renovación Popular, que han pronunciado las palabras fraude y vacancia. A eso se ha sumado una derecha haciendo alianzas con el partido del gobierno para contrarreformas en el caso de educación y transportes. Hay que decir también que los otros partidos han tenido una serie de prebendas, de votos, de puestos en el Estado.
Deben irse todos y darse nuevas elecciones generales.
Si no podemos resolver los problemas de la gente, estamos en estos enfrentamientos entre vacancia y cierre del Congreso, necesitamos plantear una salida. La salida que he planteado, que va en correspondencia con el planteamiento del Partido Morado, es que renuncie el presidente. El Acuerdo Nacional debe exigir al mandatario que dé un paso al costado, que pueda haber una sucesión democrática, que pueda haber nuevas reglas.
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¿Reforma constitucional?
Hay que hacer una reforma constitucional en el tema político electoral en esta legislatura, darles legitimidad a esas modificaciones en un referéndum, ojalá en noviembre que tenemos elecciones municipales y regionales. Y que venga la renuncia con reforma, con sucesión democrática y con nuevas elecciones. Aquí es: nos vamos todos. Me incluyo porque no se trata de nuestros cargos, se trata de hacer viable al país, de darle estabilidad para atender a la gente que hoy pasa hambre.
¿Cuándo se darían las elecciones generales?
Debiera darse el siguiente año. Este año deberíamos aprobar en esta legislatura la reforma política. Nosotros tenemos algunos puntos centrales. Uno es que cuando haya vacancia y cierre del Congreso, haya inmediatamente convocatoria a elecciones. Lo otro es la incapacidad moral, que sea circunscrita la discapacidad mental o física acreditada por una junta médica autónoma. Abrimos la posibilidad del ante juicio y el juicio político, que ahora no tenemos en nuestra Constitución. Que la Fiscalía pueda acusar al presidente por delito de crimen organizado, crímenes de lesa humanidad y otros delitos de función. Asimismo, que el Congreso tenga posibilidad de hacer acusación constitucional cuando haya infracción a la Constitución.
Usted también apela a la participación ciudadana.
Tiene que haber participación ciudadana. No basta con lo que el Congreso pueda decidir, justamente por la poca credibilidad que tiene el Congreso. Que haya referéndum en noviembre y que se pueda convocar a elecciones el siguiente año, entre abril y mayo, para tener en julio del siguiente año un nuevo gobierno, un nuevo Congreso. Esto no va a venir solo porque los partidos se pongan de acuerdo, requiere también de la presión ciudadana, de las movilizaciones.
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¿Tendríamos un Congreso diferente después?
Como parte de estas modificaciones, estamos planteando que los líderes políticos o financistas no sean personajes con sentencias. La creación de una nueva circunscripción, así como hay la circunscripción electoral de peruanos en el extranjero, que haya una circunscripción de pueblos indígenas porque la cantidad de conflictos que tenemos en nuestras comunidades pasa por la poca representación que tienen en la escena política.
Se debe insistir en una reforma política en esta legislatura, entonces.
Totalmente. La agenda principal de esta legislatura tiene que estar marcada con la reforma política y el apoyo a reformas que permitan mejorar la vida de la gente.
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El historiador Daniel Parodi sostiene que el país carece de clase política y que lo que hay son clubes electorales y redes clientelares. ¿Usted también lo ve así?
Sí. Todo este problema pasa por los partidos políticos con un gran debilitamiento, y es de ahí de donde viene la representación. Así como debilitamos reformas en educación y transporte, debilitamos reformas políticas, y el que hace esos cambios es la mayoría en el Congreso. Hay grupos políticos que entran con una agenda. A determinados grupos les conviene la poca institucionalidad de los partidos, les conviene para sus fines un debilitamiento del Estado. Hay gente valiosa en el Congreso y seguramente en el Gobierno, pero no suficiente en cantidad como para mover los votos y las decisiones.
Preparar el escenario para las nuevas elecciones significa que el Legislativo va a tener que apurar el paso.
Ya hemos conversado con algunos líderes de partidos sobre la necesidad de armar una agenda común sobre reforma política. Dentro del Congreso se está hablando de irnos todos. La presidenta del Congreso lo ha dicho, no estamos aferrados al cargo. Ya se está tomando conciencia de la necesidad de darle una salida a esta crisis política. Creo que es cuestión de ponernos de acuerdo, no tenemos mucho tiempo, pero también que la movilización ciudadana y la voz de los peruanos sigan activas para ejercer un mecanismo de presión.