Con financiación del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), el doctor en física José Solís Veliz y su equipo desarrollaron un equipo que determina la calidad del pisco en el proceso de producción.
El invento, promocionado por sus creadores como una nariz y lengua, es una caja de metal conectada a una muestra de líquido y a una computadora que recoge y procesa datos.
La nariz electrónica se compone por cuatro sensores de gas que responden de manera distinta a cada aroma, mientras que la lengua es una “celda volimétrica” que mide la corriente del líquido, emitiendo pulsos eléctricos que se muestran diferentes de sustancia a sustancia.
De acuerdo a Solís, ambos componentes discriminan piscos de diferentes fabricantes y determinan si un pisco original o adulterado. A futuro, agrega el especialista, se optimizarán los parámetros para analizar diferentes clases de pisco y obtener la una huella digital de cada uno.