Elecciones 2021: diferencias entre peruanos marcan nueva fase electoral

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Huaral Pe

Hacia la segunda vuelta. Encuesta de Ipsos y América TV muestra pronunciadas divergencias entre las preferencias de Lima y el interior, zonas urbanas y rurales, y entre los más acomodados y los pobres. Especialistas advierten apresuradas definiciones y complicaciones en el rechazo a Keiko Fujimori.

El inicio de la nueva etapa electoral aparece marcada por diferencias sociales entre los peruanos, según advierten especialistas al analizar la última encuesta de Ipsos publicada en el programa televisivo ‘Cuarto poder’, de América TV.

El sondeo muestra marcadas diferencias entre las preferencias en Lima y el interior del país, entre las zonas urbanas y rurales, y entre los peruanos más acomodados y los pobres. En esta dinámica, el resultado final termina favoreciendo a Pedro Castillo, en este momento.

“Es momento de crisis económica. No hay ese voto conservador ante Humala versus García del 2006, ahora para esos sectores pobres en crisis no hay mucho que conservar y menos que temer. Y el antivoto de Keiko es muy alto. Normalmente en segunda vuelta cae frente a la opción contraria, pero no ha caído tanto. Algo ha hecho mal Keiko en estos cinco años pasados para que su antivoto sea tan alto”, dice el politólogo Eduardo Dargent, profesor de la Universidad Católica del Perú (PUCP).

En la clase media, catalogada como nivel C, no hay gran apoyo hacia Keiko Fujimori, sino de un 38% frente a un 30% de Castillo, grosso modo. Entre los acomodados de nivel B pasa algo similar. Fujimori solo logra alta ventaja, con respaldo de 52%, entre los más ricos, el nivel A. En cambio, Castillo llega a un 56% entre los más pobres (E) y a un 50% entre los pobres (D).

Esta situación nos trae un inicio hacia la segunda vuelta en que los candidatos reciben respaldo de gran cantidad de quienes no votaron por ellos.

“Me llama la atención que tan rápido ya nos hayamos casado con una candidatura. Había un 80% que no votó por esos dos. Esa baja representatividad de ambos era la oportunidad para que los ciudadanos les exijamos demandas concretas, soluciones específicas, consensos reales, hojas de ruta claras que funcionen. Merecemos un jalón de orejas porque no nos estamos dando cuenta del poder que como ciudadanos tenemos”, expresa Alexandra Ames, jefa del Observatorio de Políticas Públicas de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico.

La especialista coincide en las limitaciones de Keiko.

“No es la candidata de los ricos, tiene discurso popular, pero el de Castillo de pronto llegó y está en las conversaciones de todos. Y el antivoto de Keiko es más alto y muy activista. El de Castillo está ligado más a temores de algo que no conocemos y termina siendo un poco lejano”. agrega.

En el sur, Keiko sale más complicada, con solo el apoyo de un 17%. Esto sería la mayor pérdida acumulada en años.

“El sur ha radicalizado no solo su propuesta antisistema, sino también su antifujimorismo. En el 2016 Keiko sacó la tercera votación más importante en el sur, pero en el camino fue perdiendo mucho fuelle ya no por la dictadura de su padre, sino por el pésimo manejo que hizo su bancada”, sostiene el politólogo Gonzalo Banda, de la Universidad Católica de Santa María, de Arequipa.

Algo similar explicaría su bajo respaldo entre jóvenes.

El antifujimorismo tiene ya un sello distintivo originario en Keiko. En los mayores por el padre, pero en los jóvenes es más el rechazo por lo que se vio en recientes años de su mayoría en el Congreso”, dice.

En el norte, donde Keiko puso especial énfasis y tuvo el mayor respaldo dentro de su baja pero suficiente votación, hay mayor apoyo a Castillo.

“Esta región ha sido núcleo del fujimorismo en su voto. Es un espacio que ha ido perdiendo APP, por sus incoherencias. Castillo ha sabido capitalizar ese descontento ocupando parte de ese espacio. El empobrecimiento por la pandemia también llevan a poner atención al discurso de Castillo”, anota el antropólogo Juan Gamara, profesor de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT).

En las regiones del interior, la competencia implica atender diversas demandas que aún no destacan en la agenda.

“Si quieren seriamente disputar los votos en las regiones con base en el discurso, deben hacer concesiones para las regiones. El voto por Castillo es de empatía regional, pero Keiko si quiere disputar ese bolsón debe hablar el lenguaje de las regiones: qué proyectos hay para el sur, el centro, el norte y la selva. Qué proponen para destrabar grandes proyectos, no solo de inversión privada, sino pública”, anota Banda.

Reacciones

Alexandra Ames, politóloga (UP)

“Muy rápido nos casamos con una candidatura. Era la oportunidad para exigirles compromisos. Si hubiera salido lo de hace una semana, los candidatos se hubieran preocupado”.

Eduardo Dargent, politólogo (PUCP)

“Hay fuerte división en términos de clase social y rural. Es bastante alta y muestra los límites del fujimorismo para llegar a esos sectores. Y el sector C está dividido, no solo es D y E”.

Gonzalo Banda, politólogo (UCSM, Arequipa)

“Si quieren disputar los votos en las regiones, tienen que hacer concesiones para las regiones: qué proyectos hay para el sur, el centro, el norte y la selva del Perú”.

Huaral Pe