Cuando se trata de borrar las huellas de un annus horribilis es mejor hacerlo con decisión.
Con el Galaxy S8, Samsung soltó las amarras y se propuso dotar a su nuevo buque insignia de innovaciones en cada campo concebible.
En su mayor parte, lo logró. El S8 es un teléfono que impacta a la vista y que cumple en desempeño, aunque la ambiciosa promesa de su asistente de voz, Bixby, sigue sin cumplirse.
Lo primero que salta a la vista cuando se usa este smartphone (nosotros probamos un S8+ de 64 Gb) es su pantalla. Samsung la bautizó Infinity display y uno puede ver por qué. Se extiende en todas las direcciones casi hasta los bordes del aparato, que mantiene a los lados la pantalla curvada del S7 Ege.
La pantalla estirada le da al S8 una relación 18,5:9, que brilla a la hora de navegar la red, pero obliga a ver con dos barras negras a lado y lado los videos que, en su mayoría, conservan el ratio 16:9. También deja al teléfono sin espacio en su cara frontal para el botón de inicio o el sensor de huellas.
El primer tema se resolvió integrando el botón a la pantalla. La solución para el segundo es menos elegante y por eso ahora el sensor de huellas está ubicado en la parte trasera, junto a la cámara. Esto puede ser un tema menor en el S8, pero en el S8+, con sus mayores dimensiones, puede resultar inalcanzable para manos más pequeñas.
Y si sus dedos alcanzan a llegar, prepárese para que estén ensuciando la lente de la cámara a cada rato.
Samsung apuesta a que este no será un inconveniente mayor, toda vez que el S8 cuenta con cinco métodos de desbloqueo, incluyendo el reconocimiento de iris. Se configura con facilidad y luego funciona como por arte de magia.
Hay una batería de 3.500 mAh en el S8+ (la del S8 es de 3.000 mAh). Ambas son suficientes para un día de trabajo intenso, en no poca medida gracias a la combinación de un procesador de ocho núcleos y a la más versión de Android.
Bixby, decía antes, sigue siendo una promesa. Aunque promete revolucionar la interacción con el aparato, por ahora cumple funciones más bien básicas.