La importancia del carisma en los negocios

0
1152
Huaral Pe

Para ser carismático  debes de cultivar tu magnetismo personal y tu influencia social. Uno de los principales defectos que, hasta las personas más inteligentes, cometen en su trato con los demás es el de pensar que los seres humanos se comportan según su condición lógica y racional. Una de las características que cubren de cierta irracionalidad las relaciones, se encuentra vinculada al origen de las necesidades y motivaciones que mueven nuestra conducta humana.

Las motivaciones y necesidades biológicas y económicas se encuentran en primera instancia, pero tan sólo te movilizan y te ponen en acción hasta cierto punto , es decir, hasta que quedan cubiertas las que denominamos primeras necesidades. Una vez que tu satisfaces las necesidades biológicas (alimento, cobijo, higiene, descanso), aparecen la pertenencia, el reconocimiento y la autorrealización, que son las motivaciones que más te moverán y que, en apariencia, son motivaciones con un alto grado de irracionalidad (los motivos son mas emocionales que lógicos)

Por ejemplo, en el carisma se suele reconocer un alto componente irracional:

– fascinación desmesurada,
– proyección de los propios valores en la persona carismática,
– exaltación de sus virtudes y,
– negación de sus defectos.

La verdad es que a todos nos gusta el reconocimiento, nos gusta querer pero que nos quieran antes.

¿Quieres ser una persona carismática, ser apreciado, reconocido y poseer un cierto magnetismo personal e influir en tu circulos social? Pues aquí te muestro algunas ideas y conductas básicas que has de cultivar para conseguirlo:

– Nunca hagas ataques directos: Si sientes la necesidad de hacer una crítica, hazla sobre los hechos y las circunstancias , no sobre las personas.

– No crítiques a las espaldas: La crítica a las espaldas da argumentos a los que la escuchan para conseguir la amistad del afectado, y siembra la desconfianza de todos frente al que la emite (ya que los próximos podrían ser ellos). Este tipo de ataques personales de llegar a los oídos del interesado, nunca se perdonan.

– Cuando ayudes pon el foco en el otro y no en demostrar que tu sabes más: Si hacemos un favor con soberbia, incluso si a pesar de hacerlo con generosidad el amigo siente envidia o complejo en su posición de «ayudado», estamos perdiendo el favor y el amigo. Por otra parte, no necesitas estar constantemente ayudando para que te quieran, deben quererte por ti mism@, no por nuestra utilidad.

– No seas rencoros@: la mejor forma de tener amigos es no perderlos. Cuando tenemos rencor hacia alguien, no ha fallado él, hemos fallado nosotros, por varias razones: 1) por no preveerlo, 2) por no saber encajarlo con elegancia, y 3) por recordarlo, ya que tampoco servirá de nada.

– Deja pasar las cosas: no pasa nada por no tener palabras para contestar un comentario fuera de tono, ya tendremos tiempo para volver a él, con diplomacia, dejando en buen lugar nuestro orgullo pero también el del otro. Por otra parte, si aprendemos a contestar de forma amigable y oportuna conseguiremos tener menos agresiones verbales en un futuro.

– Interésate genuinamente por los demás: Escucha con atención sus argumentos y alentales a hablar sobre sí mismos.

– Habla de las cosas que le interesan al prójimo: haz que se sienta importante, pero de forma sincera. La diferencia entre la apreciación y la adulación es muy sencilla. Una es sincera y la otra no. Una procede del corazón, la otra de la boca. Una es altruista, la otra es interesada.

– Recuerda el nombre de la persona: Este es el sonido más dulce y más importante que puede escuchar un persona, su nombre. Debemos aprender los nombres de todas las personas con las que nos relacionamos.

– Saber Guardar secretos : No conviene ser demasiado explícito con tu vida, problemas y proyectos. Sólo te servirán para levantar envidias. Las personas que mantienen algunas cosas en secreto y no revelan todo, despiertan mayor interés y fascinación entre los demás.

– No des consejos : No es muy apreciada la persona que aconseja y que de este modo esta influyendo al otro en la toma de sus propias directrices, subestimando su inteligencia. Si honestamente queremos ayudar, podemos poner algún ejemplo de cómo solucionamos en el pasado, situaciones similares a los que nuestros amigos afrontan en el presente, pero sin ponernos nosotros de ejemplos. También podemos utilizar la simple fórmula de preguntar sobre posibles soluciones.

Te invito a que adoptes estás nuevas conductas si es que aún no lo haces y ¿qué tal si empiezas a aplicarlas a partir de ahora mismo y te conviertes en una persona influyente y carismática?

EDU LOPEZ

Huaral Pe