Desde de 2007, se observa un escenario azucarero altamente convulsionado. Uno de los casos más sonados ha sido la disputa judicial por la posesión de la Azucarera Andahuasi (Huaura).
Pero la historia no se reduce a un conflicto entre el Grupo Wong y el Grupo Bustamante como lo han mostrado los medios de prensa. Otra Mirada conversó con Wilder Ruiz Loayza, actual Presidente del Directorio de Andahuasi, quién nos narró cómo se originó el interés por controlar las acciones de Andahuasi, lo cual desnuda un negociado que parece extenderse alrededor de la producción y venta del azúcar en el país.
Andahuasi es una azucarera que posee un área de 7,200 hectáreas y factura cerca de 120 millones de soles al año. Actualmente, existen 1600 trabajadores que son accionistas de esta empresa. Ellos se encuentran enfrentados judicialmente con el Grupo Bustamante y el Grupo Wong. ¿Qué sucedió?
A partir de 2007, el Grupo Bustamante inició la compra de acciones de Andahuasi eludiendo el requisito de Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA), exigida por la Ley del Mercado de Valores cuando se pretende adquirir más del 25% del accionariado de una empresa. Mediante esta ilegalidad, el Grupo Bustamante logra obtener el 33% de las acciones de Andahuasi. Casi un mes después, Eduardo Núñez Cámara (Presidente del Directorio de Andahuasi) y Carlos Rivas Urteaga (Gerente General de Andahuasi), sin obtener el respaldo del directorio de Andahuasi, venden un paquete de 49 millones de soles en acciones de la empresa al Grupo Wong. Sin embargo, el asunto más grave es que, según Wilder Ruiz, el dinero producto de la venta se quedó en una cuenta bancaria a nombre de Erasmo y Efraín Wong, es decir, sin ingresar a las cuentas de Andahuasi.
Al enterarse de esta situación, los trabajadores tomaron posesión de la planta azucarera al considerar que la CONASEV había incumplido su función. Luego de una serie de enfrentamientos violentos, la CONASEV decidió suspender los derechos políticos y económicos de las acciones adquiridas por los Bustamante y los Wong, sancionándolos con multas que hasta el momento no han pagado.
La respuesta del Grupo Wong no se hizo esperar y denunció a los trabajadores por los delitos de usurpación de funciones y por hurto agravado. Increíblemente, el Grupo Wong también consiguió, por vía judicial, que la CONASEV autorizara una OPA para obtener el saldo de acciones disponibles bajo el pretexto de que esto “era lo más conveniente para el mercado”. Con esta OPA, realizada el 15 de octubre de 2010, los Wong consiguieron 13.2 millones de soles más en acciones, con lo cual tendrían el 54% del accionariado.
Actualmente, el Poder Judicial ha designado al señor César Chaveta Custodia como administrador legal de Andahuasi mientras los trabajadores siguen procesos judiciales por la vía administrativa y penal contra el Grupo Wong y el Grupo Bustamante. Ambas empresas actuaron fuera de la ley y deben ser sancionadas por ello.
Como se observa, el nivel al que se ha llegado para obtener las acciones rentables de empresas azucareras como Andahuasi resulta lamentable. No solo se burla el debido proceso sino que se manipula a malos jueces para obtener autorizaciones para seguir actuando impunemente. El caso que desnuda Andahuasi no es un lío entre privados como lo grita el Gobierno sino un intento de despojar a los trabajadores de una empresa que da importantes réditos económicos. Con todo esto lo que se busca es favorecer a ciertos grupos económicos y consolidar el nuevo latifundismo en la costa peruana.
FUENTE: Diario La Primera