El historiador de la corrupción

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Huaral Pe

imagen-quirozEste martes 14 de mayo se presenta el último libro del desaparecido Alfonso Quiroz, acaso el más importante historiador de la economía peruana. La obra explica los mecanismos de la corrupción desde la Colonia hasta el fujimorismo.

Texto: Raúl Mendoza  

 

Quienes conocieron a Alfonso Quiroz coinciden en que desde muy joven tuvo una gran disciplina y una enorme capacidad de trabajo. Eso quizá lo llevó a dedicar todos sus esfuerzos –una vez que se hizo historiador– a un solo tema: el análisis de la corrupción. Se fue del Perú en los años 80, pero nunca perdió el vínculo con el país, al cual le dedicó varios libros sobre el lado más oscuro de su pasado económico. Su colega Antonio Zapata ha resumido ese trabajo en una frase recordable: «Sabía que, con ese tema, en el Perú estaba haciendo patria».

Quiroz incluso fue enjuiciado más de una vez –según contó Zapata en una columna que le dedicó– por gente que sentía lesionada su reputación o la de sus ancestros, pero sus hallazgos eran incontestables, documentados y concretos. Marcos Cueto, otro colega suyo, ha precisado así sus cualidades de investigador: «Pareciera que estuviera convencido de que la historia es una ciencia exacta (…). Para Alfonso, el historiador no repite lo que dicen los discursos ni hace una revisión superficial en los archivos, sino que sustenta sólidamente sus interpretaciones en hechos irrefutables».

La cita es parte del prólogo escrito por Cueto para el libro Historia de la corrupción en el Perú, de Alfonso Quiroz, editado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y elInstituto de Defensa Legal (IDL). En él Quiroz, fallecido en enero pasado, desmenuza la corrupción presente en el Estado peruano desde épocas coloniales hasta llegar al fujimorismo, pasando por los gobiernos de la naciente república que medraron de recursos como el guano o los empréstitos. Ese prólogo se llama «El historiador incansable» y le hace justicia a su labor académica.

A TODO VAPOR

Alfonso Quiroz fue un pionero en el estudio de las finanzas peruanas y un hombre que vivió como si supiera que iba a morir joven. Fue un gran deportista desde adolescente. Practicó la natación y representó al Perú en torneos locales e internacionales con relativo éxito. Y la misma energía mostró en el ámbito de sus estudios. Fue alumno del colegio Markham y después ingresó a la Universidad Católica en los primeros lugares. «Lo conocí ahí a comienzos de los años 70 y lo que más recuerdo de él es que hacía las cosas a todo vapor», dice Antonio Zapata. 

En el ámbito universitario se acercó a la historia influenciado por profesores comoFranklin Pease, Heraclio Bonilla o Alberto Flores Galindo. Su amigo Marcos Cueto recuerda también su proverbial disciplina. «Si una biblioteca estaba abierta a las ocho de la mañana, ahí estaba él a esa hora. Y si cerraba a las seis de la tarde, hasta esa hora se quedaba». Su tesis se llamó La consolidación de la deuda interna peruana, 1850-1858 y en ella demostró que se había exagerado el valor de esa deuda para enriquecerse a costa del Estado. Desde entonces la corrupción era su tema.

Hizo estudios de maestría y doctorado en la Universidad de ColumbiaEstados Unidos, y ahí pulió sus aptitudes académicas: amplió su campo de estudio al ámbito latinoamericano y se hizo un experto en historia cuantitativa, lo que le dio las armas para moverse con soltura entre cifras y cuadros estadísticos. Entre el segundo lustro de los años 80 y el primero de la década de los 90 publicó libros claves sobre  historia económica peruana. Uno de ellos Domestic and foreign finance in modern Peru, 1850-1950:financing visions of development (1993), resultado de diez años de investigación, lo ubicó como la máxima autoridad en historia financiera del Perú y uno de los principales historiadores económicos de América Latina.

CÍRCULOS DE CORRUPCÓN

En 2008 publicó en inglés un libro que puede considerarse el resumen de sus esfuerzos intelectuales sobre el país: Corrupt circles: a history of unbound graft in Peru (2008), el recuento pormenorizado de la corrupción peruana en siete capítulos, un epílogo y un apéndice. Podría decirse que desde la Colonia hasta nuestros días se ha dado una convivencia oscura entre los grandes grupos económicos y el poder político. «Esa conjunción permanece en el tiempo. Hay grandes cambios, pero la cultura corrupta se sigue reproduciendo. La herencia colonial continúa», explica Antonio Zapata. 

El libro plantea que históricamente el Perú siempre ha tenido niveles de corrupción promedio, pero que cada cierto tiempo esos estándares saltan a niveles mayores. «En nuestro caso, el libro de Alfonso Quiroz identifica tres grandes momentos: la época del boom del guano; la de Leguía y los préstamos de la banca extranjera; y el régimen deAlberto Fujimori con la privatización de las empresas estatales», precisa Zapata. En los tres casos hubo un exceso de dinero en las arcas públicas, y ello dio pie a la corrupción y el enriquecimiento ilícito de funcionarios estatales y élites empresariales.

Para el historiador Marcos Cueto, el libro de Quiroz tiene varias innovaciones y aportes. En principio rompió con la tradición de que un historiador debe dedicarse a determinada época de la historia, pues su análisis abarca dos siglos y medio de historia. Además contrastó datos y conclusiones con la mayor cantidad de fuentes posible, buscando en bibliotecas del Perú y el mundo. Y no solo se limitó a dar un diagnóstico de las causas de la corrupción sino que dio montos sobre lo que la corrupción le ha costado al Estado peruano: por ejemplo, más de 4% del PBI durante los inicios de la República y 3,1% en la década del fujimorismo. El daño causado frenó nuestro camino al desarrollo.

Este volumen publicado inicialmente en inglés, y que reseñamos en esta nota, ha sido reeditado en español por el IEP y el IDL con el más sencillo título de Historia de la corrupción en el Perú, un trabajo esperado hace tiempo por todos los interesados en el tema. Se trata de un justo homenaje para un autor capital. Algunos hasta han augurado que puede convertirse en el libro más vendido del año y en un clásico para los años venideros. Por lo pronto, hay que decir que se presenta el próximo martes 14 de mayo a las siete de la noche en la sede del IEP (Horacio Urteaga 694, Jesús María).

Fallecido en Nueva York, el pasado 2 de enero, a los 56 años, Alfonso Quiroz dejó una obra innovadora, exhaustiva e importante, escrita además con rigor y elegancia.

A pesar de ello «nunca escribió para agradar, no le interesaba», dice sobre élAntonio Zapata. Hasta poco antes de su desaparición estuvo revisando las pruebas de la versión en español de este libro. Marcos Cuetoamigo e historiador, recuerda que él ya no está entre nosotros pero «su vida profesional y personal fueron una gran lección de vitalidad». Su vasta obra lo prueba.

 

Huaral Pe