El incendio de grandes proporciones que se registró desde la mañana de ayer, domingo, en la calle Cahuide, del sector de Tupac en Iquitos, región Loreto, ha dejado un saldo de 115 damnificados y 23 casas en escombros.
Los pobladores afectados del asentamiento humano Madre Mía pasaron la noche entre los escombros de sus viviendas, en carpas o en la casa de algunos vecinos.
Sin causa aparente
Roy Llerena, jefe de la oficina de Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Maynas, indicó a RPP Noticias que aún no se han logrado determinar las causas del incendio. Asimismo, precisó que el apoyo humanitario a las familias damnificadas inició a las 6pm. de ayer y terminó pasada la medianoche.
Para atender la emergencia, que inició minutos antes de las 11am. del domingo, llegaron cinco cisternas de la XI Comandancia del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), quienes tuvieron que hacer grandes esfuerzos para controlar las enormes lenguas de fuego que avanzaban por el intenso calor y el viento.
Mientras tanto, los vecinos de las calles cercanas sacaban sus pertenencias por temor a que el fuego siga avanzando sobre sus viviendas.
Durante la lucha contra el incendio, varios pobladores de la comunidad se sumaron al trabajo de los bomberos con baldes de agua, mientras otro grupo de personas ayudaba a los damnificados a sacar sus pertenencias, aunque, en muchos casos, ese intento fue inútil por la rapidez del avance de las llamas.
Efectivos de la Policía Nacional y agentes del Serenazgo de Maynas estuvieron presentes durante la emergencia, y trataron de alejar a las personas que acudían a la zona para presenciar el incendio. A través de un cordón de seguridad consiguieron evitar que extraños ingresen al lugar, lo cual facilitó el trabajo de los bomberos y de las personas que socorrían a los damnificados.
Asimismo, seis cisternas de la EPS SedaLoreto acudieron para ayudar con agua a los bomberos, y una ambulancia del SAMU estuvo presente para brindar atención a las personas que presentaron complicaciones en su respiración para la intensa humareda que produjo el fuego.